La entrevista de trabajo: cuando la apariencia sí cuenta
Lo primero es aclarar que vestirse bien no es sinónimo de usar siempre traje o con prendas de marcas costosas. Si bien vestirse correctamente para la entrevista de trabajo es esencial –pues la imagen dice mucho sobre nosotros–, debe ser acorde a la cultura de la empresa donde se quiere entrar. “El truco está en mostrarse tal como se es, pero procurando transmitir una imagen profesional y confiable”, indica la especialista. A continuación algunas recomendaciones:
- Investigue si la empresa tiene algún código de vestuario. Si conociera a alguien que labore en ese lugar, pregúntele cómo acostumbran vestir.
- Se recomienda optar por colores conservadores como azul (en su variedad de tonos), gris o negro.
- Para los hombres se sugiere: usar camisas en vez de camiseta y si la situación lo amerita, usar corbata; afeitarse; combinar los colores de la ropa, cinturón y calzado; usar ropa de su talla, ni muy holgada ni muy estrecha; uso discreto de perfume.
- Para las mujeres: no usar sandalias, chinelas (aunque sean de marcas caras) o calzado similar, es muy informal; no pintarse las uñas con colores muy fuertes ni extravagantes, deben lucir cuidadas y limpias; no usar pantalones cortos o pescadores; no cargarse de accesorios, no usar más de dos anillos en cada mano o más de un par de aretes o pendientes. Si usara medias, que sean color piel; y al igual que los hombres la vestimenta no debe ser ni muy holgada ni muy estrecha y usar perfume discreto.
Aunque estemos en una época en la que la juventud predomina en las empresas y muchas de ellas están lideradas por jóvenes, esto no debe restarnos formalidad y menos a la hora de solicitar el empleo.“Lo importante es conocer un poco de la cultura de vestimenta de la empresa, si en la misma se estila usar ropa casual, pues es mejor asistir vestido de esta manera, pero esto no quiere decir que debemos ir demasiado informal”, sugiere Parrales.